HAz la diferencia.
Los pies suelen ser una de las zonas que menos cuidamos de nuestro cuerpo, por lo que terminan poniéndose bastante resecos y con durezas. Unos pies sanos te predisponen a enfrentar la vida de manera más positiva y con pasos más fuerte y seguro, pero si existen callos Y durezas nuestro aspecto decae muchísimo.
Para cuidar los pies es recomendable andar descalzos en lugares seguros, sobre el pasto, la arena, las alfombras, etc. es un ejercicio muy saludable para ellos, esto activará la circulación y ayuda a que transpire libremente, descansando mejor por no tener nada que los oprima.
Cuando tus pies estén muy cansados y doloridos, ponlos en remojo durante unos minutos en agua tibia, y si quieres, puedes agregarle al agua unas gotas de lavanda para sentir un efecto relajante.
Si tienes quien los haga, nunca están de más unos masajes de vez en cuando. Usa siempre una crema hidratante, aplicándola con suaves masajes, sobre todo en la zona del talón, para mantenerlo hidratado y suave ya que este sector es muy propicio para la aparición de durezas.
También es útil cubrir por algunas horas los pies con medias de algodón, y limitar el uso de los zapatos con el talón al aire para que no se reseque.
Si tienes talones resecos, puedes lograr que queden más suaves y bonitos. Sumérgelos en agua caliente durante unos 20 minutos, sécalos y frota con una piedra pómez. Luego, úntalos con vaselina, dejando que la piel La absorba, antes de colocarte el calzado.
Lleva a cabo esta tarea, 2 o 3 veces por semana hasta lograr buenos resultados y poder mantenerlos.
Espiritualmente… El cuidado de nuestros pies en el mundo espiritual tiene mucho significado, ya que con nuestros pies, declaramos el territorio de Dios y damos pasos de Fe, valentía y victoria.
Los pies son parte importante tanto de nuestro cuerpo, como de nuestra vida espiritual, los pies son los que nos sostienen firmes, sin ellos no sería posible mantenernos de pies, tampoco podríamos correr, caminar y en nuestros ministerios no podríamos danzar.
Debemos tener cuidado donde pisamos y que lugar están andando nuestros pies, ya que esto influye mucho en el resultado de nuestra ofrenda a Dios, y no menos importante es saber cuidarlos y mimarlos, ya que con este ejercicio nos sentiremos mucho mejor a la hora de emprender alguna acción que requiera el uso de los pies, como por ejemplo danzar.
Por: Michel Encarnacion
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